Meditación, ¿qué es? (2ª entrega)
¿Qué ocurre físicamente durante la meditación?
Durante la meditación se baja la frecuencia de las ondas cerebrales.
Según la frecuencia, las ondas cerebrales medidas por un electroencefalógrafo se clasifican en:
En estado de vigilia, el cerebro trabaja generando ondas beta y gamma y utilizamos principalmente el hemisferio izquierdo.
Si bajamos la frecuencia de las ondas cerebrales pasamos al estado alfa y utilizamos el hemisferio derecho
Estamos en estado tetha, cuando entramos en un estado de somnolencia, sueño ligero pero con consciencia. Normalmente están asociadas con las primeras etapas de sueño, fases 1 y 2. Se generan tras la interacción entre los lóbulos temporal y frontal.
Cuando nos encontramos en un sueño profundo, el cerebro genera ondas delta.
Durante la meditación, conseguimos bajar la frecuencia de trabajo de nuestro cerebro, bajamos la frecuencia de las ondas cerebrales, pasando de generar ondas beta o gamma (entre 12 y 100 Hz) a generar ondas alfa (8 Hz – 12 Hz) y cuando se tiene mucha práctica se puede llegar a relajar el cerebro hasta el punto de que genere ondas theta (4Hz- 8 Hz).
Es decir, cuando meditamos, nuestro cerebro se relaja y esto produce una recarga energética al igual que ocurre todas las noches durante el sueño.
En una conferencia de un eminente neurocientifico, escuché que el cerebro humano consume aproximadamente el 90% de la energía que necesita el cuerpo. Parece claro, que durante el sueño, cuando la mente se relaja y la frecuencia cerebral baja, se reduce el consumo energético del cerebro y esto permite una recarga energética en el resto del cuerpo.
Pues con la meditación ocurre lo mismo, si las ondas cerebrales bajan de frecuencia, el consumo energético del cerebro baja al igual que durante el sueño, y recargamos nuestro organismo.
¿Qué ocurre anímicamente durante la
meditación?
Cuando meditamos, lo que
sentimos es una gran paz interior, una quietud absoluta.
En primer lugar, al
comenzar la meditación, procedemos a realizar una respiración consciente, a
fijarnos en nuestra respiración y con ello logramos que comience a ser una
respiración más relajada y pausada (y además, más efectiva)
Al respirar de una forma
más relajada, reducimos también nuestra frecuencia cardiaca y damos descanso a
nuestro corazón.
El relajar la respiración
y la frecuencia cardiaca, nos induce a un estado de calma. Por tanto, sólo por realizar unos ejercicios de respiración,
conseguimos llegar a un estado de relajación física.
Siguiendo con la
meditación, procedemos a observar la mente, y vemos como se agita y nos propone
mil pensamientos de forma consecutiva, uno detrás de otro, sin espacio entre
una propuesta de un pensamiento y la propuesta del siguiente pensamiento.
Una vez que lo observamos
y somos conscientes de ese proceso, decidimos descartarlos y pedir a la mente
que no genere tantos pensamientos.
Cuando esto ocurre y nos
centramos de nuevo en visualizar nuestra respiración, la mente deja de enviar
pensamientos durante un tiempo, incluyendo espacios temporales, que según vamos
practicando la meditación se hacen más prolongados, hasta que tras mucha
práctica se consigue que apenas la mente genere pensamientos y los periodos de
tiempo en los que no hay actividad mental son más largos que los periodos en
los que la mente trabaja.
Y así, tras ejercitar la
meditación, se consigue llegar a un estado de relajación psíquica.
¿Qué ocurre espiritualmente durante la
meditación?
Una vez que conseguimos
parar la mente y disponemos de periodos prolongados de tiempo entre un
pensamiento y otro, se produce la comunicación con tu interior, con TU SER, con
tu YO SUPERIOR.
En primer lugar, sólo por
el hecho de permanecer con la mente silenciada, se descubre una PAZ INTERIOR
indescriptible.
Sientes como si
estuvieras unido a TODO el Universo, y piensas que estas rodeado de un gran
VACIO. Es como si vieras que todo el Universo es Vacío, y que tú eres parte de
él.
Tu respiración
prácticamente se detiene, al igual que tu ritmo cardiaco, que baja muchísimo.
Con la práctica, y no en
todas las ocasiones, te llegan pensamientos acerca de cosas y personas que no conoces,
que no sabes ni puedes interpretar. Supongo que con más práctica, llegaré a
comprenderlos.
El caso es que en este
estado mental, te analizas interiormente y envías mensajes a tu subconsciente
en los que propones mejorar personalmente, y también recibes mensajes acerca de
cómo cambiarte a ti mismo.
Es una experiencia
maravillosa.
Si nunca has meditado, te
animo a que comiences a hacerlo y te ruego que no desistas (pues al principio
es difícil) y que lo hagas con la intención de mejorarte y mejorar lo que te
rodea. Los budistas, cuando comienzan y terminan la meditación, se la dedican a
personas en concreto o a toda la humanidad, y muestran su intención de que sus
meditaciones sean para mejorar y ayudar a sus prójimos.
Si meditas de vez en
cuando, pero no regularmente, te animo a que lo hagas con asiduidad. La vida
diaria en el mundo en el que vivimos consigue convencernos de que hoy no tengo
tiempo para mi mismo. Lucha contra ello. Eso no es cierto.
Lo más importante eres
TU, y siempre hay tiempo para ti. Es tan fácil como apagar la televisión cuando
estás viendo algo que no te interesa, es tan fácil como despertarse media hora
antes de lo que habitualmente lo haces (recuerda que meditando te recargas
energéticamente y necesitas menos horas de sueño), es más fácil de lo que crees
sacar veinte minutos para ti.
Si meditas a diario y
conoces los beneficios de la meditación, te agradecería que participases en mi
blog y en los comentarios incluyas un resumen de tu experiencia, para poder
aprender de ella.
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