Finalmente, he recibido mi primer
curso de Chikung y se han confirmado mis sospechas: el Qi gong es fantástico.
Es algo maravilloso.
También he confirmado otra cosa:
la importancia de impartirlo con un Maestro (Sifu) que enseñe tanto la parte
física como la parte espiritual del Chikung
Lamentablemente, vivimos en una
sociedad (la occidental), en la que tenemos un rechazo inicial a todo lo que
sea espiritual, incluso a la meditación, y ciertos Maestros se limitan a enseñar
el Chikung como un ejercicio físico, por la misma razón por la que los Maestros
de Yoga dedican muy poco tiempo a ejercicios de meditación y relajación en sus
clases: por no producir rechazo a los principiantes.
Lo primero que nos explicó fue
que el Chikung como la Medicina Tradicional China, se basa en el equilibrio del
Yin y el Yang, y por tanto, a la hora de practicarlo hay que equilibrar los
tiempos de relajación (Chikung estático) con los tiempos de ejercicio físico
(Chikung dinámico).
Hay que empezar por un ejercicio,
en el que estando de pie, relajamos todas y cada una de las partes de nuestro
cuerpo y llegamos al estado mental del Chikung (meditación, estado alfa).
Después se realizan uno o varios
ejercicios físico, a un ritmo pausado y armonioso, en el que sentimos que el
Qi, energía que nos llega del exterior y nos atraviesa al inspirar, y también
sentimos que expulsamos toxinas y negatividad al expirar. Es muy importante,
hacer un ejercicio de visualización, mientras que realizamos los ejercicios
físicos, pues es la forma en la que obtenemos todos los beneficios del Chikung,
pasa de ser un ejercicio físico a ser un ejercicio físico-espiritual.
Seguidamente dejamos que durante unos minutos nuestro cuerpo se mueva
libremente, con movimientos aleatorios. Para ello, lo más sencillo es dar al
principio pasos a los lados y al frente y atrás de una forma aleatoria, como
nos sugiera el cuerpo, y que luego se muevan solas otras partes del cuerpo.
A continuación damos unos 32
pasos de una forma vigorosa y por último finalizamos con un masaje Chikung
(existen varios masajes por lo que conviene ir alternándolos cada día y no olvidar
la secuencia de estos masajes). Estos masajes completan el trabajo del Yin
(Chikung estático) y compensa junto con la meditación inicial el trabajo Yang
que hemos hecho (Chikung dinámico).
Bueno, el caso es que he
aprendido que para practicar el Chikung, además de comenzar entrando en estado
alfa (como ya hacía, mediante meditación o Reiki) hay que relajar todo el
cuerpo y eliminar inicialmente todas las tensiones corporales y hay que
finalizar con un masaje que también vuelve a relajar el cuerpo (cosa que
desconocía).
No puedo hacer otra cosa que
animarte a que pruebes el Chikung, pues es difícil de explicar como un
ejercicio tan ligero puede provocar tanto beneficio.
En mi caso, te cuento que hace un
par de años me lesioné un músculo del brazo izquierdo, porque me dio por hacer
pesas en mi casa sin ningún instructor. Aunque soy Maestro REiki, nunca me he
dado Reiki localizado en esa zona, pues tampoco le he dado importancia a esa
lesión, (nunca he ido al médico por ello), pues sólo me molestaba al hacer un
giro concreto del brazo.
El caso es que al tercer dia de
practicar Chikung durante veinte minutos diarios, la molestia del brazo me ha
desaparecido y me he dado cuenta de dos cosas:
- El Chikung tiene un poder muy grande
- Todo es causal, no casual. La lesión la he tenido ahí, y no me la he curado con Reiki (aun siendo muy fácil el hacerlo) porque tenía que esperar a conocer de verdad el Chikung y comprobar en mi mismo su fuerza.
Estoy convencido que practicando
3 meses seguidos Chikung (que es el tiempo aproximado que tardamos en regenerar
todas las células de nuestro organismo) nos convertimos en personas mucho mas
saludables, como dice el Maestro, Sifu Wong Kiew Kit en su libro “el Arte del Chikung”
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