Cómo ayudar a alguien que sufre de verdad

Qué difícil es hablar sobre esto

Resulta fácil ayudar a ser más feliz a una persona que no tiene grandes problemas o a una persona que tiene problemas de pequeña importancia.

Solo hay que hacerles ver cuál afortunados son o hacerles ver que sus problemas no son tan importantes como ellos piensan. Es solo una cuestión de análisis y justa valoración de los problemas, que se consigue haciendo una comparación con otros problemas de mayor gravedad

Pero, cómo consolar a alguien con problemas de verdad?

Problemas de verdad, para mí, son traumas de difícil asimilación.

Desgracia de verdad es perder un hijo, es sufrir o haber sufrido malos tratos, es haber sufrido abusos sexuales, es haber sido violada, es tener un familiar con una enfermedad sin cura, es tener uno mismo una enfermedad sin cura, es perder tu casa por no tener forma de afrontar los pagos. Eso son desgracias de verdad.

Cuando alguien tiene problemas de ese tipo, el mundo se les viene encima, y es muy común que el problema le supere y anule su voluntad, provocando una caída del estado de ánimo, una pérdida de energía importante y una reducción de todo lo que le pasa en la vida a la contemplación única y exclusivamente de una escenificación continua de su problema.

Y, ¿cómo ayudar a este tipo de personas?

¿Con religión?

La religión puede ayudar en muchos casos, pues cuando las personas sufren encuentran refugio en la religión, porque las principales religiones nos dicen que hemos venido a sufrir y sin razón lógica alguna, lo aceptamos.

Pero cuando la persona ha sufrido una "desgracia de verdad", en mi opinión las religiones no resuelven el problema del individuo.

Cuando alguien sufre una "desgracia de verdad", no puede entender porqué tiene que sufrir tanto daño. Es tan grande el sufrimiento que no consideran justo lo que le ha tocado vivir.

Consideran que Dios, en el caso del Cristianismo, no puede ser la expresión máxima del Amor, y consentir que él tenga que sufrir tanto. Como en el Cristianismo no se acepta la Reencarnación, y sólo se acepta una única vida terrenal, el individuo puede llegar a pensar que si sólo tiene una vida y le ha tocado vivir una desgracia tan grande en dicha vida, lo mejor sería abandonar y terminar con el sufrimiento terminando con su vida.

En el caso del budismo, se le hace ver al individuo que la desgracia que está viviendo es una forma de pagar un karma, deudas del pasado por malas obras realizadas en esta vida o vidas anteriores. Se le invita a pensar que tiene una oportunidad de corregir graves problemas del pasado y a pensar que es un afortunado, pues cuanto más karma limpies más pronto puedes llegar a la Iluminación y dejar el proceso re-encantorio en el que sufrimos en todas nuestras vidas, pues para los budistas el sentido de la vida es la oportunidad de reducir karma y por tanto sufrimiento.

Pero el hecho de pensar que estamos pagando deudas pasadas de esta vida, o lo que es peor de vidas anteriores, más que ayudar al individuo que ha sufrido la desgracia, le lleva a la desesperación.

En vez de pensar, que es una bendición tener la oportunidad de liberar tanto karma, el individuo piensa que injusticia más grande vivir esta experiencia tan traumática porque él en otra vida haya actuado mal.

Yo, que no soy budista, sí creo en la reencarnación, y considero que no hemos venido a sufrir, ni a pagar karma. El sentido de la vida no es sufrir para pagar karma.

El sentido de la Vida es Amar a todos los seres del Universo. Y todas las vidas que tenemos tras reencarnarnos una y otra vez, son oportunidades de mejorar en nuestra expresión de Amor Incondicional.

Y cuando ese Amor Incondicional es extremo, el proceso re-encarnatorio termina, tal y como se dice en el budismo.

Pienso que el budismo es muy acertado, y sólo discrepo en que el sentido de la vida para mí no es sufrir, es tener otra oportunidad de expresar el Amor al prójimo.

Bueno, el caso es que las religiones por lo general no dan solución a personas que han sufrido traumas tan graves. Ciertamente, hay casos en que individuos que sufren grandes desgracias se refugian en la religión y consiguen consuelo, en muchos casos por la anulación de su personalidad.

Y si la religión no les da la solución a estas personas, cómo podemos ayudarles?

Pues la respuesta no es fácil.

Con toda mi humildad, pues no me gustaría que nadie pensara que pretendo ser más listo que nadie, considero que el mejor consejo que se puede dar a una persona que ha sufrido una gran desgracia es:

PERDONA, AYUDA A LOS DEMÁS y comienza a AMARTE

Primero, es importante conseguir liberar todo el odio que tengamos acumulado en nuestro interior, ya sea contra la persona que nos causó el daño tan horrendo que hemos sufrido, ya sea la circunstancias que nos ha provocado ese daño.

Tras perdonar, de forma Incondicional, nos deshacemos de una carga emotiva negativa tan grande, que provocará que físicamente y energéticamente nos encontremos mejor.

En segundo lugar, lo que yo le recomendaría es que se obsesionara durante un tiempo en ayudar a los demás (y digo obsesionar, porque debe pensar en ello todo el tiempo que le sea posible): trabajando altruistamente para Organizaciones sin Ánimo de Lucro (ONGs), cuidando a algún vecino anciano, visitando residencias de ancianos para entablar amistad con gente que se siente abandonada por parte de sus familiares, o cualquier otra idea que se te ocurra.

Si el individuo que ha sufrido tanto, comprueba que puede ayudar a gente que le necesita, será capaz de dar un sentido a su vida y dejar aparcado sus pensamientos negativos y las personas que reciben su ayuda, sin duda le harán saber cuán maravilloso es lo que hace por ellos y el corazón se le romperá, comenzando un proceso que le devuelve la alegría de vivir.

Y a partir de ahí, se abre la posibilidad de Amarse a sí mismo. Cosa que comenzará cuando las personas a las que ha ayudado, no paren de recordarle la grandeza de su persona y de su corazón.

Un abrazo muy fuerte para todos los que estéis sufriendo.

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