- en primer lugar, compensas karma que has generado en esta vida y vidas anteriores
- en segundo lugar, atraes a gente positiva, que no te ponen más pruebas de demostración de tu comprensión, compasión, etc., pues ya has demostrado que eres generoso, y se cumple la ley de la Atracción (atraes a personas similares a ti) y la ley del Espejo (lo que tienes en frente, es una muestra de lo que tú eres).
La Reencarnación
La vida, la muerte, la reencarnación: nuestra misión.
En la religión cristiana,
después de la muerte se juzga tu comportamiento en la vida y Dios decide si vas
al Infierno a pagar tus penas o al Cielo a disfrutar de la Paz Eterna.
En el Budismo y teorías
Taoístas, el cuerpo físico es un
vehículo que utiliza el no SER
(espíritu) para reencarnarse e intentar en la nueva vida corregir todos los
errores de su vida anterior y la de sus ascentros (Karma).
Para pagar los errores
eliminando el Karma, se deben realizar obras altruistas y buscar ayudar a los
demás, o sea, generar Darma.
Cuando un SER muere, se
separan del cuerpo físico, el alma, los
registros akásicos (Darma-Karma) y éstos
viajan con su Yo Superior a las dimensiones superiores.
Allí permanecen un
tiempo, hasta que finalmente deciden reencarnarse en otro cuerpo, en una
familia y tiempo en el que piensan que pueden tener oportunidad de crecer espiritualmente
y reducir su Karma
Cuando en una vida se
consigue elevar la estructura energética desde el Yo ego hacia el Yo superior,
olvidando los apegos, deseos y pensamientos de beneficio personal y
sustituyéndolo por pensamientos altruistas de ayuda a los demás, se puede
llegar a reducir las deudas presentes en el Karma y no tener necesidad de
volver a reencarnarse en más ocasiones.
Esta es nuestra misión en
nuestras distintas vidas.
Es cuando coincide con la
religión cristiana y el espíritu permanece indefinidamente disfrutando en la
dimensión espiritual.
Allí, con otros Seres de
Luz, ayudan a los Yo Superiores de los seres en progreso de realización
espiritual.
Sólo algunas almas que
llegan a su máximo nivel de realización espiritual vuelven a reencarnarse con
el único fin de una forma altruista ayudar a los demás en la Tierra. Son los
bodhisatvas.
Si comparamos la
filosofía budista y taoísta con la religión cristiana, vemos que parece más
lógico, tener muchas oportunidades en las que mejorar poco a poco nuestra forma
de ser, sustituyendo progresivamente el interés de nuestro ego por el amor
incondicional como indica el budismo, que el que dispongamos de una sola vida,
muy limitada en duración, para poder demostrar un cambio tan importante, como
nos dice el cristianismo.
Así, lo importante, no es
nuestro cuerpo físico, ni nuestra vida actual, lo realmente importante, es que
hay una parte divina en ti, tu alma, que trata de superar pruebas en las que
debe demostrar que en ciertas condiciones y situaciones es capaz de anteponer
sus intereses egoístas por otros altruistas, hasta llegar a una vida en la que
sea capaz de perdonar y amar a todo ser viviente, aunque se empeñen en hacerle
daño.
Y así, cuando te
comportas generosamente con los demás, ocurren dos cosas:
Por ello, considero mucho
más sencillo ser feliz, si piensas que nos reencarnamos y que en cada
reencarnación tenemos otra posibilidad de ser mejores.
De este modo, puedes
eliminar el miedo a la muerte, que aunque pueda ser un proceso muy doloroso, es
tan corto en el tiempo, que apenas tiene importancia en nuestra existencia
espiritual.
Un interrogante que
siempre he tenido acerca de la reencarnación, es el porqué de eliminar todos
los recuerdos de las vidas anteriores.
He leído bastantes libros
sobre budismo, y en ninguno he hallado respuesta a este interrogante. Todos
dicen que la reencarnación existe, pero ninguno explica porqué borramos todos
los recuerdos de vidas anteriores.
En el libro Las Leyes Espirituales, de Vicent Guillem, encontré una respuesta a este interrogante que
me ha convencido. La razón de borrar los recuerdos de vidas anteriores es el
tener una oportunidad de mejorar en las vidas siguientes, sin que lo que haya
ocurrido en vidas anteriores afecte a nuestro desarrollo espiritual.
Si en una vida anterior,
hubieses matado a una persona, y no se borrasen los recuerdos de vidas
anteriores, el asesinado por ti o sus familiares querrían vengarse de ti en tu
nueva vida y una de dos, o bien el asesinado o sus familiares llegarían a
realizar actos horrendos o bien tú para defenderte volverías a cometer actos
horribles, como el asesinato.
Así, el hecho de no
borrar de nuestra mente consciente los recuerdos de otras vidas, puede provocar
una limitación en nuestro desarrollo en la vida actual.
Ahora bien, el hecho de
que no tengamos esos recuerdos en nuestra mente consciente, no quiere decir que
nuestro alma no lo tengan (es a lo que los budistas llaman deudas karmicas), y se
ha demostrado que mediante hipnosis las personas recuerdan con nitidez cosas
que les han ocurrido en otras vidas. Os recomiendo que leáis el libro La vida
entre vidas, de Michael Newton.
También te recomiendo que leas las experiencias cercanas a la muerte, de muchas personas que han regresado a la vida tras una grave crisis médica o tras un accidente.
Yo creo en la reencarnación, no porque me sea más cómodo y más sencillo ser feliz, tras liberarme del miedo a la muerte, o porque encuentre en ello un sentido a la vida, sino porque he tenido experiencias que me han convencido de su existencia.
Algún día las contaré....
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