Caminando a la felicidad

10 pautas para vivir Feliz, por Ana Novo



Ayudante de la Humanidad
Ana Novo

1.    LAS COSAS SON COMO SON:

Las cosas son como son. Nos gusten o no. Lo queramos o no. Lo comprendamos o no. Y seguramente no dependen de nuestra voluntad ni de nuestro ámbito de actuación,
La ACEPTACION, FLEXIBILIDAD Y PERSEVERANCIA, sí.
Como dice la ORACION DE LA SERENIDAD: “Dame Señor serenidad para aceptar lo que no puedo cambiar; valor para cambiar lo que puedo y sabiduría para ver la diferencia.
Cuando nuestros planes se alteran y no podemos hacer nada, tenemos el control de nuestra reacción. Conviene que nos preguntemos ¿Qué es verdaderamente importante para mí?
La frustración si depende de nuestra actitud. ¿Merece la pena el sofocón o mejor fluir? ¿Puedo hacer algo?
La aceptación y flexibilidad nos permite estar más relajados y ser más productivos.




2.    TODO ES DEL COLOR DEL CRISTAL CON QUE SE MIRA:

Ya lo dijo Campoamor “En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”, pensamiento que, parece ser, antes apuntaron otros literatos.
Como dice W. Dyer, cuando cambiamos la forma de ver las cosas, las cosas cambian.
Todo depende de nuestras creencias, experiencias, enfoque: nuestro paradigma. Este va a ser el filtro de la información que nos proporcionan nuestros sentidos. Y principal causa de conflicto relacional, ya que cada uno tiene una percepción y su verdad.
Conviene aparcar nuestra pretensión de llevar la razón, escuchar al otro y respetar su punto de vista, así como ser asertivos respecto a los nuestros.

EL VERDADERO VALOR:

En cierta ocasión un conferenciante se dirigió a su audiencia con un billete de 100 € en sus manos. ¿Quién quiere este billete? Preguntó.
Todas las manos se levantaron.
Cogió el billete y lo arrugó completamente. Volvió a pregunta. ¿Quién quiere este billete ahora? Nuevamente se levantaron todas las manos.
Lo tiró al suelo, lo pisoteo y arrastró hasta que quedó sucio y casi roto. Volvió a preguntar: ¿aún quieren este billete? Unánimemente se escuchó SI.
Entonces el profesor aclaró la lección: no importa lo que haga con el dinero. Siguen queriendo el billete porque este no pierde su valor.
Igual pasa con las personas, son importantes por el simple hecho de serlo, no por lo que tienen o hacen o les ocurre. No importa nuestra apariencia ni lo que nos suceda. Nuestro valor no cambia.”


3.    VIVIR EL PRESENTE:

El pasado ya pasó, el futuro no existe, ahora es un regalo, por eso se le llama presente.
Y nuestra capacidad de vivir el momento beneficia a nuestra paz mental y bienestar.
Nos pasamos la vida culpándonos de lo que fue y ya no se puede cambiar o preocupándonos por un sinfín de cosas que pudieran ocurrir, pero que no han ocurrido. Esto nos hace sentir frustrados, deprimidos, ansiosos y desesperanzados.
Posponemos nuestra felicidad a algo mejor en el futuro.
John Lennon dijo: “La vida es lo que sucede mientras estás ocupado en hacer otros planes”, o lo que es lo mismo: se nos pasa por alto la vida.
Ahora es el momento de poder. Ahora tenemos control. Ahora el miedo desaparece porque vive en el futuro.
Como dijo Mark Twin: “he pasado por algunas cosas terribles en mi vida, algunas de las cuales sucedieron de verdad”.

4.    LA VIDA NO ES JUSTA:

¿Quién ha dicho que la vida tiene que ser justa? El pez grande se come al pequeño, en la selva sobrevive el más fuerte.
La justicia de la vida es solo una creencia que ni lo es ni lo será, ya que la vida no es perfecta y mucho menos los seres humanos.
La perfección y la justicia son valores individuales, depende de cada uno tenerlos en su escala.
Lo que sí existe es la Justicia Universal: La Ley omnipresente, inmutable y universal: “cada causa tiene su efecto”; “atraes lo que emites”. Y de esta no escapa nadie.


“LA RATONERA:

Un ratón miraba desde su agujero en la cocina como el granjero y su esposa abrían un paquete.
El ratón se relamía pensando en que comida contendría, pero quedó aterrorizado al descubrir que se trataba de una ratonera.
A voz en grito salió a la granja para avisar a todo el mundo: ¡hay una ratonera en la casa, hay una ratonera en la casa!!
La gallina cacareó: este es un problema para ti, a mí ni me incomoda ni perjudica.
El cordero baló: yo no puedo hacer nada por ti, amigo, salvo rezar. La vaca mugió: ¡a que, yo no estoy en peligro!
El ratón preocupado y abatido volvió a la casa para afrontar solo su destino.
Esa noche se escuchó un ruido en la ratonera y la esposa del granjero corrió a mirar que había en ella.
Se encontró con la cola de una serpiente venenosa que acabó mordiéndole.
El granjero llevó a su esposa a urgencias y al volver a casa enferma y con fiebre,
Mató a la gallina para hacer un buen caldo.
Como seguía enferma mató al cordero para agasajar a los familiares y visitas. Al final la mujer murió y para pagar el entierro vendió la vaca al matadero. El único animal que sobrevivió en la granja fue el ratón.
Moraleja: la próxima vez que escuches que alguien tiene un problema y creas que como no te afecta no debes prestarle atención, piénsatelo dos veces”.



5.    LA VIDA NO ES UNA EMERGENCIA:

Al final de la vida, cuando muramos, nuestra carpeta de “asuntos pendientes” va a seguir llena. Siempre tenemos asuntos, lo que tenemos que hacer es priorizar importante sobre urgente.
Recordar que es importante de verdad ayuda a mantener en orden las prioridades y no desviarnos de nuestro camino. Así podremos ver si algo de lo que hago me desvía de mis metas.
Sentir y actuar como si una pistola nos apuntara la cabeza es causa de enfermedad. Y esa presión y reacción es auto-impuesta.


6.    HACER UNA COSA POR VEZ:

¿Con qué frecuencia intentamos hacer más de una cosa a la vez?: hablar por teléfono, freír patatas, escuchar la TV... Con esta actitud perdemos concentración y eficacia y el placer de ser conscientes de lo que estamos haciendo.
La mejor herramienta para cambiar este hábito es la meditación que no es más que centrarnos en algo: un mantra, un pensamiento, la respiración, una llama... No solamente ganaremos en paz mental, sino en atención, eficacia y productividad.
La práctica hace al maestro.

7.    CUENTA HASTA 10... O HASTA 100:

No hay una segunda oportunidad para una primera impresión. Y aunque según el dicho “donde hay confianza da asco”, nuestros seres queridos y personas cercanas no se merecen ser las dianas de nuestro malhumor, frustración, desánimo...
La cuenta de 10, 25 o 100 nos ayuda a calmarnos y limpiar nuestra mente. Si además hacemos esa cuenta con la respiración, ese incremento de oxígeno junto al tiempo transcurrido borrará todo resto de enfado, estrés o frustración. ¡Pruébalo!


8.    ELECCION DE TU ACTITUD:

Parafraseando al gran psiquiatra V. Frankl, “al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas: la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias para decidir su propio camino” Y lo demostró con su ejemplo, sobreviviendo al terror de Auschwitz.
Los obstáculos y pruebas forman parte de la vida. Podemos elegir ser feliz a pesar de ellos. Lo lograremos cambiando nuestra actitud, ya que muchos de nuestros problemas los creamos al empeñarnos que las cosas sean diferentes a como son.

La paz interior se logra mediante la comprensión y aceptación de las dualidades de la vida: placer-dolor, éxito-fracaso, alegría-tristeza...
Gracias a estas dificultades y retos es como vamos desarrollándonos y creciendo.
Aceptar, fluir, actuar.



9.    TODO ES PASAJERO:

Todo pasa. Todo llega y se va. Lo que empieza, termina. Lo que nace, muere.
Es una verdad liberadora. La infelicidad es el resultado de luchar contra el flujo normal de las experiencias, apegándonos o resistiéndonos.
La vida es un acontecimiento tras otro. Conviene recordarlo siempre.

“EL ANILLO DEL REY:

Hubo una vez un rey que llamó a los sabios de la corte para darles un encargo:
- Me esto y fabricando un precioso anillo de oro con un gran diamante. Bajo el diamante, quiero guardar algún mensaje que me ayude en los momentos difíciles de la vida. Obviamente, tiene que ser un mensaje pequeño para que quepa en el anillo.
Todos esos sabios eran grandes eruditos. Podrían haber escrito grandes tratados sobre cualquier tema. Así que pusieron sus mentes a trabajar.
Durante un año, pensaban y debatían. Buscaban en todos sus libros.
 Consultaron a otros sabios en países lejanos. Pero no podían encontrar nada.
Cuando se dieron por vencidos ante el rey un anciano sirviente allí presente, conocido por su devoción al misticismo, intervino diciendo:
- Oh, Majestad, no tengo estudios, no soy erudito, ni académico. Pero creo tener lo que pides.
Y el anciano místico escribió algo en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey, diciendo:
- Pero no lo leas ahora. Ponlo bajo el diamante de tu anillo. Ábrelo sólo cuando todo haya fracasado y no encuentres salida a la situación.
Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Eran pocos sus seguidores y los perseguidores eran numerosos. Se sentía desesperado y al punto de rendirse.
De repente, se acordó del anillo. Sacó el papel y allí encontró su pequeño mensaje que decía simplemente:
“ESTO TAMBIEN PASARÁ "
Aquellas palabras le resultaron milagrosas. Le inspiraron nueva fe y coraje. Redobló sus esfuerzos y escapó. Al fin de un año, logró reunir a sus ejércitos y reconquistó el reino.
Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital, hubo una gran celebración en el palacio con música, bailes, comida, etc. El Rey presidía las festividades desde su trono, sintiéndose muy orgulloso de sí mismo.
El anciano místico se acercó y le dijo:
- Este momento también es adecuado para que vuelvas a mirar el mensaje.
- ¿Qué quieres decir? -preguntó el rey-. Ahora estoy victorioso; la gente celebra mi regreso; no estoy desesperado; no me encuentro en una situación sin salida.
El anciano respondió:
- Ese mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso.
El rey abrió el anillo y leyó el mensaje:
" ESTO TAMBIEN PASARÁ "
El anciano le dijo: - TODO PASA. Ninguna cosa y ninguna emoción son permanentes. Todo viene y va como el día y la noche. Habrá momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la vida; es la naturaleza misma de la existencia”.

10. VIVE COMO SI FUERA HOY TU ULTIMO DIA, ¡PODRIA SERLO!

No sabemos cuánto tiempo nos queda de vida, pero vivimos como si fuéramos a vivir eternamente. Posponemos lo importante y perdemos
nuestro valioso tiempo de vida en tonterías y sufriendo por pequeñeces.
Ser consciente del regalo que es cada nuevo día en blanco, cada nuevo momento, para elegir nuestras actitudes y diseñar nuestra vida.

“LA MALETA:

Un hombre murió de repente y se encontró con la muerte que llevaba una maleta. Esta le dijo: amigo, es hora de irnos.
El hombre se quejó: ya... tan pronto... tenía tantos planes... Lo siento amigo, dijo la muerte, es tu hora.
¿Qué llevas en esa maleta?, le preguntó el hombre.
TUS PERTENENCIAS.
¿Mis cosas, mis ropas, dinero?: No, amigo, estas nunca te pertenecieron, eran de la tierra.
¿Mis recuerdos?: nunca te pertenecieron. Eran del tiempo.
¿Mis talentos, mi trabajo?: no eran tuyos. Eran de las circunstancias.

¿Mis familiares y amigos?: Nunca fueron tuyos. Eran del camino. ¿Mi mujer, mis hijos?: no fueron tuyos. Eran de tu corazón. ¿Mi cuerpo?...
Molesto el hombre arrebató la maleta a la muerte y cuando la abrió vio que estaba VACIA.
¿Nunca tuve nada?, preguntó angustiado.
SI, le dijo la muerte: Cada uno de los momentos que viviste plenamente y disfrutaste fueron solo tuyos”.

PARA FINALIZAR:


En cierta ocasión le preguntaron a Ramesh, uno de los grandes sabios de la India: ¿Maestro, por qué existen personas que salen fácilmente de los problemas más difíciles y otros en cambio sufren por problemas sin importancia y se ahogan en un vaso de agua?
Sonriendo, les contó la siguiente historia:
Había una vez un hombre que vivió amorosamente toda su vida. Al morir todos daban por hecho que iría de cabeza al Cielo.
Sin embargo, un fallo en la recepción de Paraíso, donde en el control de entrada no aparecía su nombre, lo llevó derecho al infierno.
En cuanto llegó siguió su actitud amorosa: escuchaba, ayudaba, daba abrazos.
A los pocos días el propio Lucifer se presentó en el Cielo exigiendo hablar con San Pedro: “Esto que haces es terrorismo. Me has enviado un sujeto que es tan amoroso que me está corrompiendo al personal. ¡Haz el favor de subírtelo!
Finalizado el cuento, Ramesh dijo: Vive con tanto amor en el corazón que si por error entras en el infierno, el propio demonio te devuelva al Paraíso”.

Ana Novo ©
Autora “Elige tu vida, ¡ahora!”



















0 comentarios :

Publicar un comentario

Expresa libremente tu opinión. Te lo agradeceré