CÓMO SER FELIZ (1ª entrega)

Ser feliz es la meta principal de cualquier ser humano, aunque desconozca que lo sea, o aunque no dedique un momento a analizar cómo conseguirlo

Es irónico, que siendo la felicidad nuestra principal meta, no dediquemos tiempo a pensar en cómo conseguirla y ni siquiera tengamos claro en qué consiste la felicidad.

Para saber en qué consiste la felicidad, yo te sugiero que te hagas la siguiente pregunta:

En el pasado, ¿Cuándo has sido feliz?, ¿Cuándo te has sentido feliz?

A esta pregunta es difícil contestar con periodos de tiempo muy prolongados. Nadie podrá contestar diciendo SIEMPRE, y difícilmente contestaras hablando de periodos de años, lo más normal es que contestes describiendo periodos cortos de tiempo.

Aunque una gran mayoría de nosotros contestemos que fuimos felices en la infancia, periodo realmente largo, lo habitual es que contestemos con respuestas que describen periodos más cortos, como por ejemplo, cuando tuve a mi hijo/a, cuando conocí a mi novio/a, el día de mi boda, etc.

Y si lo analizas, verás que todas y cada una de las veces en la que recuerdas haber sido feliz, coincide con la consecución de una meta. Y esto es, porque la felicidad tiene mucho que ver con conseguir algo que ansiamos.

Nos pasamos la vida ansiando o anhelando algo y cuando lo conseguimos vivimos un breve sentimiento de satisfacción que nos emociona gratamente y refuerza en nuestro subconsciente que el camino y la forma en que hicimos el camino era el correcto. Y ese momento en que nos decimos que hemos hecho bien las cosas y nos aplaudimos a nosotros mismos es la felicidad.

Y dirás, pues vaya. Que definición más estúpida de la felicidad

Y yo te diré, que lo que es estúpido es que vivamos en un mundo en el que no tenemos tiempo para analizar las cosas que vivimos; no analizamos si la forma en que vivimos es en la que queremos vivir, si nos comportamos como queremos ser o sólo hacemos las cosas porque es lo socialmente correcto o porque es lo que nos marca el ritmo frenético en el que vivimos.

Te diré que lo estúpido es ponerse metas inalcanzables, pues es la mejor manera de ser infelices y la manera más sencilla de acabar depresivo, tras auto-considerarte como un perdedor.

También te diré que no hay que perder la ilusión en mejorar, pues no se trata de ser felices a costa de negarnos todas las metas. Si no ambicionas nada, está claro que es más fácil no fracasar, pero no se trata de eso.

Se trata de que aunque no desistas de ponerte grandes metas, también des valor real a cosas mucho más pequeñas y que hasta ahora te parecen insignificantes.

Te propongo que cojas un papel y un bolígrafo, y escribas durante unos minutos, todos y cada uno de los momentos en que te hayas sentido feliz.

Cuando hayas terminado, escribe el porqué de ese sentimiento de felicidad.

NO CONTINÚES LEYENDO HASTA QUE NO HAYAS TERMINADO DE ESCRIBIR LOS MOMENTOS FELICES QUE RECUERDES.

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